About Us

Declaración del Cardenal Cupich

Declaraciones del Cardenal Blase J. Cupich en el Centro Médico Loyola, en Maywood, Illinois sobre la proposición 1657, que pediría que los negociantes de armas de fuego tuvieran una licencia del estado

April 17, 2018

Cuando anuncié nuestra extensa iniciativa contra la violencia el año pasado señalé que acabar con la epidemia de violencia requeriría muchas manos y mentes, pero simplemente porque no podíamos hacer todo en el período de tiempo urgente que una epidemia requiere, no significa que no deberíamos hacer algo. Es irresponsable simplemente encogerse de hombros y declarar que el problema no se puede solucionar.

Desde entonces:

  • He visitado lugares donde estamos abordando las causas de raíz de la violencia –centros de tutoría, salones de clases e instalaciones de Caridades Católicas
  • Me he unido a miles en caminatas por la paz en vecindarios donde cada semana ocurren asesinatos
  • He bendecido una caravana de jóvenes dirigida hacia Washington DC para exigir su derecho a la vida y
  • He viajado a Springfield para rogar por medidas de control de armas con sentido común que naciones civilizadas alrededor del mundo disfrutan, pero por las cuales nosotros esperamos, en gran parte en vano, ya que algunos argumentan que debemos hacer de todo antes de hacer algo.

Pero nada me ha inspirado tanto para hacer este llamado a la acción como las noches que he pasado orando y llorando con las familias de las víctimas de armas de fuego. Su dolor era palpable, sus voces apasionadas y su causa contagiosa.

Así que, mientras los debates continúan, poniendo en una balanza la muerte y la mutilación en contra de la inconveniencia y el costo de otorgar licencias a los comerciantes de armas o incluso contra los derechos punitivos de poseer armas de asalto, municiones mortales y otros artículos que no pertenecen a ningún lugar excepto en las manos de personal militar capacitado para protegernos, vengo aquí hoy para solidarizarme con aquellos que son las autoridades reales en la epidemia de violencia con armas.

Estamos unidos para exigir que aquellos que elegimos tengan el valor moral de tomar los pasos que puedan para salvar vidas – quizás no todas las vidas, quizás no todos los días, pero pregunten a aquellos que están afligidos si su hijo, su hermano, su madre no merecía el esfuerzo de tratar.

Estos profesionales de la salud de emergencia y trauma y asociados de cuidado pastoral están más que listos para discutir cómo deberíamos sopesar el precio de las vidas perdidas, disminuidas por lesiones y perseguidas por la pena y el miedo contra el derecho a vender armas en tiendas de las que se nos dice que es “muy costoso” otorgar licencias.

Así que hago un llamado a los oficiales electos de Illinois para que los escuchen, ellos son los verdaderos expertos en el control de armas, y actúen para ver SB 1657 convertirse en ley. No podemos hacer que las leyes de Indiana sean más fuertes, o que las leyes de Missouri sean más fuertes, o bloquear el 60 por ciento de las armas usadas en crímenes que vienen de más allá de las fronteras de nuestro estado, pero podemos tener un impacto en el 40 por ciento de las armas de fuego que son compradas aquí. Lo digo otra vez, solamente porque no podemos hacerlo todo, no significa que no debemos hacer algo.

Admiro grandemente a los profesionales de la salud y cuidado pastoral que trabajan en este verdadero hospital de campaña. Ellos también son víctimas. Ellos sufren angustia, pena y dolor a medida que la sociedad los llama a sanar el cuerpo y el espíritu y a hacer cosas milagrosas. Y sin embargo trabajan con el completo conocimiento de que todo esto –el derramamiento de sangre, las familias de luto, las vidas alteradas para siempre– son completamente, totalmente, prevenibles.