Quiero agradecer a Heartland Alliance por permitirme el acceso a su instalación para que pudiera visitar a los niños que allí se encuentran.  

Hoy conocí a niños que han venido de todo del mundo. Tuvimos la oportunidad de hablar, orar juntos y saludarnos personalmente. La resistencia y valentía de estos jóvenes fue impresionante y no olvidaré el tiempo que pasamos juntos.

Estos jóvenes están aquí sin padres que los protejan y son albergados y cuidados en esta instalación. Ese hecho hizo evidente para mí la realidad de que muchos niños tienen que valerse por sí mismos en la vida, y son puestos en riesgo cuando adultos que deberían estar criándolos y protegiéndolos no pueden o no quieren hacerlo. Sin embargo, debemos estar agradecidos por tantas personas dedicadas en la sociedad que los cuidan en estas circunstancias, lo cual, en gran parte, es una historia sin contar. Admiro a todos los cuidadores, trabajadores sociales y consejeros.

El problema de los niños sin acompañamiento ha sido un desafío de larga data, y precede a la trágica decisión reciente de separar intencionalmente a padres e hijos. A pesar de que se han tomado pasos para reunificar a las familias, comenzando por la revocación de esta cruel política, el triste hecho es que algunos de estos niños no serán reunidos con sus seres queridos pronto. Se requiere ahora una acción rápida para garantizar que la reunificación ya no sea demorada. También se debe realizar una revisión completa de lo sucedido y el establecimiento de procedimientos que garanticen que las decisiones que llevaron a la presente situación nunca sean repetidas.