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Statement of Cardinal Blase J. Cupich, archbishop of Chicago, on the Inauguration of President Joseph R. Biden and Vice President Kamala D. Harris

January 20, 2021

The Catholic community of the Archdiocese of Chicago joins our prayers with those of Pope Francis for the new President and First Lady, Vice President and Second Gentleman, and we extend our warmest wishes as they assume their new service to the nation.

Only two weeks ago, the world watched as our democracy was attacked. Today, we proved its resilience. The new administration begins in a time of global pandemic, economic peril and deep division, when millions of our brothers and sisters have been brought low by illness, poverty and racism. We pray that the way forward will be inspired, as the Holy Father asked, by dreaming together.

Just as they prayed together on inauguration day, we ask the leaders of our country to act together for the benefit of all its people. We implore that every life be valued, protected and nurtured as we rebuild a nation once again dedicated to its founding ideals of liberty and justice for all. Let us not fail in imagining a better future for all humanity and our common home and proceed, as President Biden said, with our whole soul in the task of making it real.

Declaración del cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, sobre la inauguración del presidente Joseph R. Biden y la vicepresidenta Kamala D. Harris

20 de enero de 2021

La comunidad católica de la Arquidiócesis de Chicago unimos nuestras oraciones a las del papa Francisco por el nuevo presidente y primera dama, y la vicepresidenta y segundo caballero, y extendemos nuestros mejores deseos mientras asumen su nuevo servicio a la nación.

Hace apenas dos semanas, el mundo observó cómo nuestra democracia era atacada. Hoy, demostramos su resistencia. La nueva administración comienza en un momento de pandemia global, riesgo económico y profunda división, cuando millones de nuestros hermanos y hermanas han sido abatidos por la enfermedad, la pobreza y el racismo. Oramos para que el camino a seguir sea inspirado, como el Santo Padre lo pidió, soñando juntos.

Así como oraron juntos en el día de la inauguración, pedimos a los líderes de nuestro país que actúen juntos para el beneficio de todo su pueblo. Imploramos que cada vida sea valorada, protegida y mantenida mientras reconstruimos una nación dedicada una vez más a los ideales fundacionales de libertad y justicia para todos. No dejemos de imaginar un mejor futuro para toda la humanidad y nuestra casa común y procedamos, como lo dijo el presidente Biden, con toda nuestra alma en la tarea de hacerlo realidad.